Y no me refiero al gran Ton Koopman, que a este es fácil encontrarlo todos los años en Madrid, dirigiendo un Oratorio o una Pasión de Bach al frente de la Orquesta Nacional, sino a otro un punto más escurridizo y sibilino, el Holandés Errante, celebérrimo marino. Mucho apego tenemos las personas costeras a esta suerte de milagros del mar, que alguna vez quisiéramos presenciar estos fenómenos, y aún los canarios, que hemos de conformarnos con avistar de vez en cuando la isla de San Borondón, ya saben, la que aparece y desaparece, y que aguardamos con impaciencia que algún día sobresalgan por nuestras costas los altivos picos de la Atlántida. Estos eventos tan singulares no son propios de los climas templados, más bien lo contrario, y así ocurre que en las costas gallegas se dan más los asuntos submarinos; de esto sabía, y mucho, el gallego Alvaro Cunqueiro, que dedicó a las fábulas de la mar numerosos artículos...en uno de ellos asume que existen demonios que no le tienen miedo al agua, y sugiere que alguno de estos gusta mucho de pasar sus vacaciones en la Costa Brava o en las Canarias.
Aunque existe controversia acerca del origen legendario de este personaje, parece que todos los eruditos se ponen de acuerdo en que se trata de un capitán holandés, un tal Willem Van der Decken, que pactó con el demonio a fin de poder surcar los peligrosos mares sin temor a la tormenta. Y Dios, enterado de este pacto castiga al Holandés y a su tripulación con una maldición, a mi entender, un tanto severa: la de vagar eternamente por los mares sin la posibibilidad de fondear en puerto alguno o tomar tierra. Por cierto que podría haber sido igual de severo con el miserable Pieter Van der Does, el pirata holandés que en 1599 saqueó, destruyó e incendió la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; en el transcurso de esta intolerable tropelía se organizaron en una pila diversos libros, legajos, muebles y partituras extraídas sin contemplaciones de la Catedral de Santa Ana para ser quemados todos ellos en la hoguera.
La leyenda del Holandés Errante ha inspirado a numerosos artistas. Albert Ryder es el pintor que más se ha interesado por el Holandés; en literatura la han empleado Washington Irving, Frederick Marryat y, como no, el alemán Heinrich Heine, que la incluyó como relato en su novela satírica "Las notas del señor de Schnabelewopski" y que el compositor Richard Wagner empleó como fuente de inspiración para una ópera cuya temática girase en torno al asunto eterno de la redención por el amor. Pues el caso es que en el libreto de Wagner la maldición del Holandés se disipará cuando encuentre a una muchacha que lo ame y le sea fiel. En Wagner el precio por el rescate del Holandés se suaviza si lo comparamos con las afirmaciones del erudito Michael Van der Veen, que señaló puntualmente las diversas apariciones en tierra de este marino. Según el señor van der Veen el precio del rescate es "una sangre inocente, voluntariamente derramada por él, dando vida por vida"... La última aparición destacada por el erudito flamenco ocurre en 1819, año en que el Holandés se entrevista nada menos que con Joseph Fouché, el ministro de policía de Napoleón; en esta entrevista se despacha un asunto peliagudo: rescatar a Napoleón de Santa Elena y traerlo de vuelta a Burdeos.
Pero en Wagner la leyenda tiene otro tono. El Holandés es un navegante solitario a cargo de una tripulación de fantasmas que custodia en un tres palos un suculento tesoro; pero la motivación del capitán no es otra que la de hallar a una muchacha cuyo espejo ha encontrado en una playa, y que refleja, cada vez que se le mira, su hermoso rostro. El Holandés se entera de que el capitán Daland tiene una hija llamada Senta, casadera, y le pide la mano, ofreciéndole como dote una buena porción de su tesoro. Esta es la muchacha que redimirá al holandés al jurar que le amará y le será fiel hasta la muerte.
Uno podría preguntarse, y con razón, cómo es que el Holandés pisa tierra en la ópera de Wagner, y aún con más razón, cómo es que el erudito van der Veen ha anotado sus apariciones, si hemos de creer que la maldición le impide abandonar el mar. Pero la maldición permite al Holandés bajar a tierra una vez cada siete años. Así, cada siete años fondea su barco en algún puerto, y si los cálculos del señor van der Veen son correctos, el siniestro capitán tendría que haber tomado tierra firme en este 2012 que termina. Pero no en Canarias, pues está dicho que sólo se acercará a tierra en medio de una repentina tempestad. Así que, dotado de estos conocimientos, aproveché un reciente viaje a Amsterdam para indagar un poco sobre el paradero del Holandés, pero nadie supo darme otra cosa que el no sé por respuesta. Nadie excepto la dueña de la pensión en que me hospedé, muy cerca del Concertgebow, que me indicó muy sabiamente, que si acaso se encontraba en la ciudad, haría mejor yendo a buscarlo al Red Light District. Y eso hice, pero de lo que allí aconteció no vamos a hablar hoy...
1.-) Una gran versión de la Obertura de la ópera "El Holandés Errante" (o "El barco fantasma")
2.-) Intenso dúo en que Senta jura al Holandés serle fiel y amarle hasta la muerte.
3.-) La "Ballade" de la misma ópera:
¡Hola, Jorge!
ResponderEliminarNo me puedo resistir a comentar esta entrada, pues aunque yo soy "pelín" más rocker, el mito del holandés errante me apasiona. No sé si te sonará un programa de radio conocido como La Rosa de los Vientos, pues bien, en él precisamente hicieron antaño un monográfico acerca del holandés errante, te recomiendo que lo escuches y si te apetece, lo puedo buscar y te lo paso. Asimismo, cuando escucho holandés errante, no puedo evitar recordar este temazo. Espero que aunque no sea exactamente música clásica, lo disfrutes también: http://www.youtube.com/watch?v=bd5ZDo3l4wA
¡Ánimo y Suerte en los Premios 20Blogs!
Hola Lilith!
ResponderEliminarMuchas gracias; claro que me suena, lo escuché durante mucho tiempo pero luego dejé de hacerlo; primero se murió Jiménez del Oso, que era mi invitado favorito, y luego se murió el presentador Cebrían... :(
No llegué a escuchar ese post sobre el Holandés, así que si me puedes enviar el enlace te lo agradeceré.
Toda música tiene un poco sus raíces en la música clásica, asi que si el tema es bueno seguro que me gusta, vamos a escucharlo.
Gracias y suerte tú también.
Interesante entrada. Wagner es uno de mis favoritos. Vivo en Tenerife desde niña, ha sido una sorpresa saber que eres canario. Mucha suerte en el concurso!!
ResponderEliminarUn saludo
Karin
Gracias Karin. Y suerte también a ti, saludos a Tenerife y brindamos con una Dorada!
EliminarPor aquí tengo más historietas sobre las islas canarias, por si te interesan: http://www.tritonomusicnews.com/2012/01/barato-de-islas-insolitas.html
Mucha suerte en el concurso tienes un blog magnifico, me quedo por aquí, deleitando mis oidos, un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias Maria Antonia, tú también tienes un blog estupendo, suculento,más bien. Me alegro de que disfrutes. Un saludo.
EliminarHi again, Jorge!
ResponderEliminar¡Por fin encontré el Monográfico Zona 0 al que me refería! aunque no era el holandés, sino el judio errante... ¡cachis! "pequeño" fallo de memoria sisina, sorrys ¬_¬* Anyway, te dejo aquí el susodicho monográfico por si te interesa y apetece escucharlo ;-)
http://www.ivoox.com/monografico-zona-cero-judio-errante-audios-mp3_rf_265840_1.html