En su inmodesta biografía de Miguel Angel, el literato florentino Giovanni Papini asegura que hay dos caminos que conducen al pleno conocimiento de una persona: "ante todo, penetrar en su interior, a través de las obras que haya dejado, si existen", o bien "estudiar con paciencia sus relaciones con los demás". La obra de Francesca Caccini no es extensa. Se sabe que compuso centenares de canciones y duetos, de los que sólamente treinta y seis monodías se conservan en la obra de 1618 "Il primo libro delle musiche"; de las cinco óperas que compuso se han perdido todas menos una, "La liberazione de Ruggiero", de 1625. Pocos datos, pues, podemos extraer de una obra escueta que arrojen algo de luz sobre "la Cecchina", toda vez que su estilo no es ni original ni visionario.
Concluida la boda que referíamos en el apartado anterior, María de Médici se desplaza a su nueva corte, desde donde envía a Francesca una invitación para cantar. Una vez que sus mecenas florentinos aceptan la invitación y dan su consentimiento a la joven cantante, ésta se traslada a Francia en 1604 y actúa para Enrique IV que, admirado de su voz, le ofrece un puesto a su servicio. Sin embargo los Médici, que tan prontamente han dispensado a Maria, no tienen ninguna intención de desprenderse de Francesca, y declinan este ofrecimiento, ordenando además su inmediato regreso.
Concluida la boda que referíamos en el apartado anterior, María de Médici se desplaza a su nueva corte, desde donde envía a Francesca una invitación para cantar. Una vez que sus mecenas florentinos aceptan la invitación y dan su consentimiento a la joven cantante, ésta se traslada a Francia en 1604 y actúa para Enrique IV que, admirado de su voz, le ofrece un puesto a su servicio. Sin embargo los Médici, que tan prontamente han dispensado a Maria, no tienen ninguna intención de desprenderse de Francesca, y declinan este ofrecimiento, ordenando además su inmediato regreso.
De vuelta a Florencia, Francesca continua su trabajo al servicio de la familia Médici como cantante, y forma junto a su hermana Settimia el dúo "Concerto delle donne". Juntas interpretan música para el gran duque y su consorte, la duquesa Christiane de Lorraine, que más tarde asumirá la regencia de su hijo Cosme II. La intervención de esta mujer interesada por los saberes científicos -es sabido que mantuvo una relación epistolar con Galileo- es clave en la formación musical de nuestra compositora. La duquesa comprende que se encuentra ante un talento inusitado del que se puede sacar un provecho más elevado. Inmediatamente promueve que Francesca reciba una instrucción adecuada en el arte del Contrapunto, al tiempo que garantiza su sustento propiciando un matrimonio con el tenor Giovanni Battista Signorini, que acontece en 1607.
Sobre las excepcionales cualidades humanísticas de Francesca que motivaron la participación de la duquesa existe una interesante referencia de Cristofano Bronzini, compañero en la corte de los Médici, en su obra "Della Dignitá e nobilitá delle Donne". De acuerdo a este documento, Francesca Caccini no sólo es un enorme talento en la música, sino que además dispone de una excelente educación en idiomas, aritmética, astrología y alquimia. Es también una instrumentista de primera clase, ya que domina con igual soltura el arpa, el laud, la tiorba y el clave.
Sin embargo es otro personaje que deambula por los pasillos y las estancias del Palacio Pitti, quien va a fomentar el talento compositivo de la joven Caccini. Con este entablará Francesca una amistad que se prolongará en el tiempo. Se trata de un sobrino lejano del famoso Miguel Angel. Este nuevo Buonarroti, más conocido como Buonarroti el Joven, por quien el citado Papini muestra un desprecio un tanto dramático, formaba parte de la Academia de la Crusca, una institución integrada por expertos en lingüistica y filología italiana. Con finalidad básicamente filológica compuso tres obras que se llamaron "La Trancia", "La Fiera", y "La Mascherate". A estas obras Papini no le concede la menor importancia. Sin embargo la tienen (ignoro si por sus cualidades lingüisticas), ya que Francesca Caccini se inicia en la composición adaptando estos textos a la partitura, de resultas de lo cual consigue un puesto en la corte como "Música".
A partir de este momento se desata la inspiración compositiva de Francesca, ingeniando monodías y obras de carácter religioso. Ya hemos citado su obra de 1618 "Il primo libro delle musiche" y su ópera de 1625 "La liberazione de Ruggiero", la primera compuesta por una mujer. Al mismo tiempo, compagina la composición con la enseñanza musical de los hijos de la familia Médici y de las hijas de los Ministros.
Pocos son, en todo caso, los documentos que a partir de este punto pueden ilustrar los pormenores de la vida de Francesca Caccini. En efecto, a partir de 1626 su vida se envuelve en una sigilosa penumbra de la que sabemos bien poco. Ese año muere Signorini, y Francesca, lejos de guardarle un luto prolongado, vuelve a casarse con un tal "Tomaso Raffaeli", gran melómano y mecenas de la música. Tras este matrimonio Francesca abandona a los Médici y se refugia en Lucca, de donde es oriundo Raffaeli, hasta la muerte de éste en 1639. Este fallecimiento deja a Francesca en una posición económica desahogada, pero a pesar de ello regresa a Florencia para retomar su puesto bajo el cuidado de sus antiguos protectores.
Este es el momento en que se pierden sus huellas y comienzan las conjeturas... hay quien asegura que Francesca abandonó definitivamente el puesto y la composición en 1641, tras lo cual no hay razón para seguir registrando sus actividades; y otros piensan que, sencillamente, murió. No he tenido la oportunidad de conseguir el libro, pero existe unanimidad al apreciar el de Suzanne Cusick "Francesca Caccini at the Médici Court: Music and the Circulation of Power (women in culture and society series)", como el más detallado y veraz estudio de la compositora, al cual remito al lector que desee estar mejor informado.
Shannon Mercer, Luc Beauséjour, Sylvain Bergeron, Amanda Keesmaat – Francesca Caccini: O Viva Rosa
Para ver más compositoras:
Francesca Caccini I
Hildegard von Bingen
Chaminade
Tailleferre
Me ha encantado!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, una pena que haya tan poca música disponible de esta mujer.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, y por unirte!