Varios de mis alumnos protestan, algunos con más razón que otros, porque en sus colegios los profesores de música les obligan a estudiar las biografías de los compositores clásicos. No quisiera entrar a valorar el fundamento pedagógico que impulsa a los profesores de secundaria a exigir el estudio de estas vidas en sus programaciones, pues no dudo de su buen criterio, pero creo que también es justo admitir que la mayoría de estas biografías son, en cierto modo, bastante convencionales.
Hasta que Beethoven no se convierte, por así decirlo, en el primer músico autónomo, los compositores rara vez componen según sus propios dictados sino que, muy al contrario, lo hacen en virtud del encargo del mecenas que los protege o del príncipe para quien trabajan. De ahí que hasta la transición al Romanticismo la música no se corresponde con las experiencias vitales de sus compositores, sino con los intereses de la sociedad en la que viven. En este sentido, el musicólogo Alfred Einstein, en "La música en el Romanticismo" señala como ejemplos a Bach, Haydn y Mozart. El mismo Bach pretende El clave bien temperado "...como un medio especial de pasar el tiempo para aquellos que ya estén familiarizados con su estudio". Haydn vestía el traje de lacayo de Esterházy, de cuyos encargos salieron la mayoría de sus obras; y de Mozart se afirma que todas sus obras se compusieron bien por encargo bien para una ocasión concreta.
¿A qué estudiar, entonces, las biografías de compositores cuyas experiencias no sólo son similares a las del resto de los mortales, sino que además no son condicionantes de sus obras? Amén de la cantidad ingente de datos sobre los puestos de trabajo de Bach así como de sus obligaciones adyacentes, no hay mayor sobresalto en su vida que un duelo en su juventud con un fagotista, un tal Geyersbach que ataca al maestro porque éste ha llamado a su instrumento "cabra vieja". Ahora bien, el misterio que se oculta en estos tres compositores, y lo que en mi opinión habría de estudiarse en profundidad, es la oposición entre una vida relativamente convencional y una creatividad extraordinaria.
En todo caso, aunque son numerosas, no son abundantes las biografías de los compositores, y no me parece una casualidad que la mayor cantidad de ellas estén dedicadas a músicos como Beethoven, Liszt, Chopin o Schumann. En este sentido tampoco es casualidad que el cine, dentro del género del biopic (biographical movie picture), haya prestado más atención a los músicos del Romanticismo que a los de cualquier otro período. Veamos a continuación una serie de algunos biopics que han tratado las vidas de los compositores de música clásica. No todas estas películas son acertadas pero al menos proporcionan una valiosa información sobre los músicos, sus vidas y la época en que desarrollaron su talento.
Una película suiza de 2003, "Mein name ist Bach", que se centra en el proceso de composición de la "Ofrenda Musical" muestra a un Bach excesivamente mundano, ocioso y juguetón, a la par que cansado y viejo, atemorizado por su inminente ceguera, y por cuya música no sienten sus hijos Carl Phillippe y Wilhelm Friedemann una gran inclinación.
Friedemann goza además de una película propia de 1941, "Friedemann Bach", en la que acude a la corte de Dresde para quedarse, tras un rotundo éxito interpretativo, como profesor de piano. Aquí lo tenemos apañándose la vida como puede.
Chopin y Liszt aparecen juntos en "A song to remember", película de 1945 dirigida por Charles Vidor y protagonizada por Cornel Wilde, Merle Oberon y Stephen Bekassy, en los papeles de Chopin, George Sand y Liszt, respectivamente. Destaca en esta obra la presencia de un Chopin excesivamente saludable y un ridículo encuentro entre los dos maestros. Los gestos sobre el piano de los actores están lamentablemente coreografiados. Aquí están los dos titanes:
En cambio, uno de los mejores trabajos que he visto de un actor con un instrumento musical se lo debemos a Dirk Bogarde, que en 1960 realizó esta excepcional interpretación de Franz Liszt en la película "Song without end", dirigida también por Charles Vidor y por George Cukor, que asumió la dirección del film al morir el primero durante el rodaje.
Robert y Clara Schumann, dada la agitada vida de ambos, dieron pie a numerosas películas que narraban su lucha con el temible Wieck. Una cinta interesante que se basa en la vida de Clara Schumann es "Geliebte Clara", 2008, de Helma Sanders-Brahms.Tal vez la más conocida sea "Frühlingssinfonie", de 1983, pero también el cine clásico tiene una hábil aportación con "Song of Love", de 1947, en la que Katherine Hepburn interpreta a Clara y se atreve con la famosa Träumerie de Escenas de Niños.
Y para concluir con este brevísimo repaso a los músicos de cine, aquí tenemos a Gershwin interpretando su propio concierto en fa en la película de 1945 "Rhapsody in Blue" de Irving Rapper. Esta es una secuencia llamativa porque el compositor, que interpreta el tercer movimiento de su concierto en fa, comete una serie de errores que preludian su fulminante tumor cerebral.
Qué bueno! No conocía casi ninguna de estas películas, a ver si les echo un vistazo cuando haya tiempo...
ResponderEliminarEste tema da bastante juego, y por ello me parece un acierto por tu parte el haberle dedicado al mismo un artículo. Aunque, y con tu permiso, me atrevería a reclamar una segunda parte del mismo, en la cual se trataran versiones más modernas de estas películas "biográficas", y lo pongo entre comillas porque, como ya has comentado, a veces los guionistas y/o directores dramatizan, modifican e incluso se inventan episodios demasiado místicos o poco terrenales para dar más espectacularidad a la trama. Un caso muy claro de esto, por ejemplo, lo vemos muy descaradamente en la celebérrima Amadeus, de Milos Forman, en la que especulan todo el tiempo con el "supuesto" (en la actualidad más de que desmentido) envenenamiento a Mozart por parte de su colega Antonio Salieri.
ResponderEliminarDestacables también podrían ser las películas dedicadas a Beethoven (Amor Inmortal), Vivaldi (El príncipe de Venecia) y, personalmente una de las mejores, "Todas las mañanas del mundo" (1991), dedicada al gran violagambista Marin Marais y a la estrecha relación que mantenía con su maestro Monsieur de Sainte-Colombe, y cuya banda sonora está interpretada por Jordi Savall. Aquí os remito el trailer de la misma.
http://www.youtube.com/watch?v=QjWdJFwgVCk
Darezzo.
Pues te tomo la palabra Darezzo, porque tienes toda la razón. Yo pensabe que no serían muy numerosas las películas sobre músicos que hay, pero realmente hay muchísimas. Haré una segunda parte en la que sólo mostraré el título, el año, y los compositores a que se refiera.
ResponderEliminarErnesto, me parece que necesitarás aun más tiempo para verlas todas... y yo también.
Hay películas de las que mencionas que he visto y otras que no. Me apunto la que protagoniza Dirk Bogarde sobre Liszt, porque es un actor que me gusta mucho.
ResponderEliminarMe encanta "Rhapsody in blue" de Gershwin, pero pensé que no se le consideraba compositor de música clásica, ahí me pierdo un poco. Si es así, me permito recomendar "Música y lágrimas", sobre la vida de Glenn Miller, director de las grandes big-bands y "rey" del swing, que a mí me entretiene mucho. La interpretación que de él hace James Stewart es muy buena, ya que él mismo en la vida real tocaba el acordeón y el piano.
Dejo la crítica sobre la película del blog de un amigo cinéfilo: http://elcinedesolaris.blogspot.com/2011/12/musica-y-lagrimas-imagenes-de-un-rodaje.html
Saludos.
Reconozco que a mí me pasa lo mismo, que no he visto todas las películas que menciono. Antes con el Cine Club de la 2ª cadena era más fácil que nos llegaran películas de este estilo, ahora es un poco más complicado, creo.
ResponderEliminarCon Gershwin ocurre esta controversia, hay quien no lo tiene por compositor clásico... no importa mucho cuando te pones a escuchar su música, que en mi opinión, es de la mejor que hay. Para mi, uno de los mejores compositores que ha dado la música. Te recomiendo también su Concierto en Fa y su Obertura Cubana.
Me apunto "Música y Lágrimas", y eso me recuerda "Noche y Día", con Cary Grant haciendo de Cole Porter.
Voy a escuchar los otros dos temas de Gershwin que me comentas, y también anoto "Noche y día", no la conocía, y mira que creía tener fichado a Cary Grant, y otra más de 2004 también de Cole Porter, "De-Lovely" :)
ResponderEliminarGracias siempre por tus recomendaciones. Saludos.